
Hasta la fecha de hoy (03 de abril) tenía previsto no volver a postear, comentar o en su defecto hablar de uds (mujeres) por una simple razón hasta los momentos asfixiantes, pero sucedió algo que en mi entorno asocial obliga a relatarselos.
Debí estar un poco adverso por causas que me alejan de la realidad pero en una noche en que menos tienes lo que importa es el sabor interno. Cansado de los que buscan un futuro y de una noche en que odio luces quise ocultarme pero el reloj daba la hora para abordar el transporte que en lo siguientes minutos fueron de felicidad, odio y amor.
Las vi, pero una jodida razón me hizo entender que aún no estamos preparados para tanto amor a la belleza que gritaba desde sus rostros. ¿En que momento pediste llevarme las cosas hasta que me dieran las gana de sentarme? ¿Porqué me entiendes? Tu compañera, aquella que lloraba y que deseaba quemar a todo aquel que la mirara con asco y tú que hacías la veces de safo, de musa anarkika, aquella compañera que sólo pedías algo de tolerancia y amor si es que alguno de nosotros entendía de ello. Estamos de mano con la ignorancia y a un abrazo del amor incondicional pero lo hacemos difícil porque cuestionamos nuestras actitudes y situaciones.
Ahora que lo pienso detenidamente sólo somos una carga de honestidad brutal capaces de perdonar al victimario y asesinar al que ama con indiferencia. Son otros tiempos, otra realidad, otra ignorancia vestida de estrés y rechazo que pide amar sin restricción que por alguna jodida razón no desea amar. Las amo por lo que vi y las defenderé por ello.
Muy denso, ódienme, yo no amo, no les guardo rencor. soy feliz.
pd: quiero volverlas a ver, cuidense...
2 comentarios:
Que bueno que continues hablando de las chicas. Porque lo haces muy bien.
Saluditos y gracias por tu paso.
Publicar un comentario